Todos tenemos nuestro propio y simple defecto.
Esperaré
con ansias todas esas cosas que prometiste algún día. Recordaré esas
canciones que solíamos escuchar, que solíamos dedicarnos. Seguiré
sonriendo y riendo por cosas insignificantes, cosas tuyas y mías. Haré
de el momento más silencioso, el mejor momento para recordarnos.
Guardaré en la maleta de mi vida, los atardeceres que pasábamos juntos.
Soñaré con el mañana, cuando ni siquiera se acababa la noche. Mientras
tú existas, seguiré escribiendo un sin fin de cosas.
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